08 Ago espinaca de fresa
La espinaca de fresa es un regalo y una delicia en la huerta. Su nombre científico es Chenopodium capitatum, es pariente de la remolacha, la quinoa y el amaranto. Los primeros registros de esta planta datan de 1600 en Europa.
La espinaca me encanta en ensalada y revueltos pero tiene el inconveniente que en verano tiende a florecer rápidamente, así que buscando sustitutos para ella me encontré con esta maravilla, que aunque también le gusta el frio, es mucho más tolerante al calor. Como es una planta anual acabará también floreciendo pero a diferencia de la espinaca es una ventaja añadida porque es cuando aparecen sus frutos, una especie de bayas de color de fresa que no son mas que una agrupación de semillas en forma de vesículas parecidas a una mora y que dan un acento de color y originalidad a cualquier jadin-huerta y a cualquier plato. Tienen sabor a vegetal, tal cual, pero ligeramente dulce y en ensalada me encantan.
Así que vas cortando las hojas para comerlas como la espinaca y cuando aparecen las fresitas, las cortas y las echas en las ensaladas que le dan un toque extra.
De la espinaca de fresa se come todo, las hojas en ensaldas o en cualquier receta que utilices espinaca, los frutos para adornar las ensaladas y también la raíz que es dulce y crujiente con vetas de remolacha y con un sabor muy parecido.
Su cultivo es muy fácil, y suelo hacer sucesiones para tenerlas siempre a mano en primavera y verano. Le gusta el sol y la humedad. Puedes plantarla en semillero pero pásala rápidamente a tierra porque no le gustan los trasplantes.
Dan unas semillas diminutas, así que cuando los frutos se oscurecen los meto en bolsas de papel, dejo que se sequen un poco más, agito y separo las bolitas negras que simplemente esparzo por el suelo otra vez.
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